El pasado domingo por la tarde, agentes de la Policía Local de Arrecife, pertenecientes al Grupo Operativo de Atención Ciudadana (GOAC), detuvieron a un conductor que puso en grave peligro su vida y la de otros usuarios de la vía pública.
El individuo ha sido puesto a disposición judicial, investigado por varios delitos contra la seguridad vial, incluyendo conducción temeraria y conducción con el permiso retirado por pérdida total de puntos.
El incidente comenzó en un cruce regulado por semáforos, donde un vehículo patrulla se encontraba detenido. De manera repentina y peligrosa, un automóvil que circulaba en sentido contrario accedió al cruce derrapando, invadiendo el carril opuesto y casi colisionando con el vehículo policial. Gracias a la rápida reacción de los agentes, se evitó una tragedia.
Sin embargo, el conductor, en lugar de detenerse, ignoró las órdenes policiales y huyó a gran velocidad, circulando en sentido contrario y creando un riesgo inminente para otros conductores y peatones.
La Policía desplegó rápidamente un operativo de búsqueda, logrando localizar el vehículo en el barrio de San Francisco Javier. Un vecino también había alertado a las autoridades sobre las maniobras extremadamente peligrosas que continuaba realizando el mismo automóvil.
Cuando los agentes finalmente interceptaron al conductor, este presentaba claros signos de estar bajo la influencia de sustancias tóxicas. Las pruebas confirmaron que cuadruplicaba el límite legal permitido de alcohol, con una tasa de 0,99 mg/l en aire espirado. Además, los análisis detectaron la presencia de cocaína y cannabis en su organismo, lo que agravó aún más su situación.
El individuo no solo conducía en condiciones alarmantemente peligrosas, sino que además tenía su permiso de conducción retirado desde 2021 por la pérdida total de puntos. También se comprobó que contaba con una condena reciente por otro delito similar este mismo año.
Gracias a la diligencia y compromiso de los agentes de la Policía Local de Arrecife, conductores temerarios como este son interceptados y puestos a disposición judicial, garantizando así la protección de todos los usuarios de la vía pública.